lunes, 28 de febrero de 2011

LA CONVENCIÓN, ESCENARIO DE GESTAS Y EPOPEYAS


Escribe: Prof. Mauro Uscamayta H.


En el Perú nos han acostumbrado confundir deliberadamente las gestas y epopeyas como simples mitos o leyendas, así como por ejemplo de llamar conquistadores a los invasores españoles o decir “el derecho de conquista” para lucrar con los dineros del pueblo, es muy distante las gestas y epopeyas por ser versiones reales trasmitidos de padres e hijos así de los últimos inkas de Vilcabamba (Willka Pampa), de la heroína Qori Qoyllur, los hechos de Chaupimayo, Mesa Pelada, el mismo hecho el cuento de encontrar el Paititi a cambio del Gas de Camisea los años 60 y ahora el canón sobre canón siendo un pago simbólico que denigra la dignidad del pueblo peruano, más cuando el precio no es para el consumo interno en el país.
La Provincia de la Convención está cumpliendo 150 aniversario de su Creación Política y cada 25 de Junio tenemos que rememorar de esta hermosa provincia, no solamente por el privilegio de su medio geográfico, sino por el espíritu de cariño y don de gente de sus habitantes, que han hecho insustituibles a lo largo de nuestra vida profesional;  bastaría llamar a la ciudad de Quillabamba, su capital “ciudad de eterno verano” y otros epítetos de lisonja que no faltan en nuestro idioma el quechua y español.
Sólo ahora escribo brevemente del 25 de Julio de 1857, de su creación y antes del año 1640, cuando Sebastián Arneto de la Provincia Burgos (España) se afinca en las pampas de “Mándor” con otro pequeño caserío llamado “Killa Pampa”, su mamacha Patrona y 03 haciendas incluido el de Nicanor Larrea con fundo llamado “Santa Ana”, el testimonio de la escritura de cesión y donación de las tierras de Quillabamba fue el 20 de Junio de 1881 por el benefactor Martin Pío Concha que a la letra dice “Martin Pio Concha, vecino y propietario de varias fincas, mayor de edad, soltero, hago a favor de todas las personas que deseen levantar una nueva población, construyendo fincas urbanas que perpetuamente y sin pensión alguna, puedan ellos, sus herederos y sucesores poseer, sin que en ningún tiempo puedan ser molestados…”.  Hermosa muestra de desprendimiento de un convenciano como el benefactor Martín Pio Concha; ahí siguen muchos otros ciudadanos de la ciudad de Quillabamba, distrito de Santa Ana, ni que decir del distrito de Vilcabamba, de Huayopata, de Maranura, de Santa Teresa, de Echarate, de los sectores de Pongo de Mainique, Kepashiato, Kimbiri, Quellouno; del Patrimonio no sólo de la Provincia sino del Perú, los grupos étnicos; Machiguengas, Piros, Ashánikas, las poblaciones nómadas llamadas Nahuas y Kuga Pakori y Mascos (otro momento eran carníbales) quienes en pleno siglo XXI sufren despojo y maltrato, especialmente con los llamados hidrocarburos como el gas de Kamisea.  Hablar de sus picos ecológicos, de la flora y la fauna es de mucho espacio, sin olvidarnos de lo que significó el cambio  del panorama de acontecimientos políticos, económicos, sociales y culturales desde el año 1960, cuando la Shell está encontrando el gas en la zona de bajo Urubamba, incluido los departamentos de Ucayali, Ayacucho y Junín, como los lotes 88,56,57,58 y 108, siendo el Canon y sobre canón un cuento o robo en sus etapas de exploración, negociación y ahora en la última de explotación, donde el pueblo peruano no conoce de las finanzas y de los verdaderos dueños que son la Provincia de la Convención los Valles de Alto Urubamba, Bajo Urubamba, Apurímac y Ené, lo demás es una treta con el narcoterrorismo, armado y financiado, por los políticos de turno y los grupos económicos del mundo; desde luego nos distraen para no encarar el desarrollo pleno de la provincia de la Convención y el pueblo peruano.
La provincia de la Convención su capital Quillabamba, ha sido predestinado para marcar una etapa muy significativa en el movimiento social y político del Perú, cuando ha dado lugar al origen de los cambios estructurales de la Reforma Agraria, Reforma Educativa, la oficialización del idioma quechua–aymara dentro de los méritos de cualquier idioma del mundo.  El grito de “tierra o muerte”, del campesinado en la Convención fue contundente, por el apoyo real del general Juan Velasco Alvarado, quien destrona al Presidente Fernando Belaúnde cuando actuaba en contúrbenio con el APRA, el problema de Brea y Pariñas, mientras tanto en Mesa Pelada en las alturas de Huyro sin ser comunistas ya habían sido acribillados por el ejército, los recordados campesinos Benito Kutipa, Alberto Llanos y de los pequeños hacendados de Chaco Huayanay Rubén Tupayachi; a quienes el campesinado, los grupos nativos nunca por nunca deben dejar de mencionar y honrar su memoria.
Quillabamba o Killapampa de mis recuerdos, al pasar el puente de Pavayoq, mosco me ha picado, sangre me ha sacado, cuando después de odiarme quiéreme y después de quererme estos 50 años finalmente, me quieras en la medalla de tu Urusaywa, porque siempre serás las hojas rojas del Cardenal o los pétalos dulces de las Cucardas que viven, sin marchitarse en un corazón agradecido y…. Punto.

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